lunes, 31 de mayo de 2010

Creciendo.


No queda otra. Menos aún cuando tenemos niños en nuestro entorno. Les aseguro que los saltos que no exigen dar, son a veces casi exagerandos. No creo ser aún un trapo viejo, pero aseguro que en mi tiempo no se era adolescente tan pronto.
La tecnología que nos rodea, acelera en algunos aspectos algunas cosas. Con siete años mi hija escribe e-mails a sus abuelos. Mi hijo mira clips de música que le gustan en su computadora. Lo interesante en este punto concretamente son sus comentarios. Afirma que la década de los 80 fue fantástica. Le gusta Michael Jackson. Mira con atención sus pasos y lo imita al bailar. Y bastante bien! Descubre y pregunta quienes eran los Bee Gees, Village People, ABBA...una mezcla increíble. Ella musicalmente, le gusta Gloria Stefan. Es un buen impass a otras curiosidades. Ella me ha preguntado cuándo "hay que" besar a un chico. Ni les cuento las preguntas de él....porque también pregunta ¿cuándo? imaginense para que tipo de deporte...
Por lo tanto funciona sólo de esa forma, o crecemos con ellos, o nos tranformamos en Dinosaurios. Estoy convencida que es la mejor manera de seguir siendo padres, sin perderlos.

No hay comentarios: