lunes, 31 de mayo de 2010

Creciendo.


No queda otra. Menos aún cuando tenemos niños en nuestro entorno. Les aseguro que los saltos que no exigen dar, son a veces casi exagerandos. No creo ser aún un trapo viejo, pero aseguro que en mi tiempo no se era adolescente tan pronto.
La tecnología que nos rodea, acelera en algunos aspectos algunas cosas. Con siete años mi hija escribe e-mails a sus abuelos. Mi hijo mira clips de música que le gustan en su computadora. Lo interesante en este punto concretamente son sus comentarios. Afirma que la década de los 80 fue fantástica. Le gusta Michael Jackson. Mira con atención sus pasos y lo imita al bailar. Y bastante bien! Descubre y pregunta quienes eran los Bee Gees, Village People, ABBA...una mezcla increíble. Ella musicalmente, le gusta Gloria Stefan. Es un buen impass a otras curiosidades. Ella me ha preguntado cuándo "hay que" besar a un chico. Ni les cuento las preguntas de él....porque también pregunta ¿cuándo? imaginense para que tipo de deporte...
Por lo tanto funciona sólo de esa forma, o crecemos con ellos, o nos tranformamos en Dinosaurios. Estoy convencida que es la mejor manera de seguir siendo padres, sin perderlos.

martes, 11 de mayo de 2010

Евгений Онегин.


El tiempo hace madurar todas las cosas. Por momentos tengo una claridad espiritual extrema. Actualmente el tema de tapete es, aceptar el transcurrir, quedandome, eso sí, con "algo" lo que me permita continuar nutriéndome. Por esta razón, he incorporado la opción de regalar momentos. La única manera de transcurrir sin quedarse vacío, es tener momentos compartidos. A determinadas personas, muy especiales para mí, en el día de su cumpleaños le he regalado entradas a la Ópera. Para ir juntos. para guardar ese momento como regalo vivido en común. Es lo único que nadie puede quitarte, los recuerdos que conservas en tu corazón.
El primer fin de semana de mayo difruté en ese contexto, la ópera Eugenio Oneguin ó Евгений Онегин, de Tchaikovski basada en la novela homónima en verso de Alejandro Pushkin.
La historia es de Tatjana que al ver por primera vez al dandi Eugenio Oneguin le basta para saber que lo ama. Este en cambio necesita mucho más tiempo para reconocer que también él, siente lo mismo por ella. Uno de los momentos más pasionales de esta opera es cuando Tatjana escribe una carta a su recién inaguarado amor, en dónde deja aflorar todo su sentir.
Es allí, justo en ese momento cuando me fue absolutamente claro, que el mundo ha avanzado en todos sus ámbitos, en la médicina, en la tecnología, en la ciencia....no puedo enumerar todo. Pero hay algo que siempre ha estado en toda su evolución, sólo han cambiado los medios. El amor. Hoy se escribe e-mail, msn, ...(tampoco puedo enumerar todo) pero el sentido intrínseco sigue siendo el mismo. En realidad siempre hemos sido todo ya de por si. Hoy por hoy, hay solo más adornos externos.

Todo esto presentado con pinceladas de una realidad rusa, que poco concemos, menos aún en el tiempo que la historia de la ópera tiene lugar.
"Eugene Oneguin" es un drama psicológico que muestra gente en su entorno con sus propias limitaciones acompañada con una música del alma apasionada. Tanto el poeta como el compositor han dado mucho en esta pieza autobiográfica. Pushkin en lo superficial de Oneguin, Tchaikovski en el amor incondicional de Tatjana.

Fue una noche inolvidable. La música, el entorno, acompaño a nuestra amistad compartida ya hace tantos años. Nuesta conversación al final, fue intensa, de muchas verdades y sentires. Un broche de oro sin igual para esa noche que se queda conmigo para siempre.

jueves, 6 de mayo de 2010

Comic.



Me gusta probar. Hacer cambios. Innovar. Intentar. Inventar. Y lo hago. En todos los ámbitos posibles. Esta vez con mi "pichones" universitarios. Dejamos de lado el lenguaje técnico, empresarial, ecónomico. Para introducirnos en algo diferente. La motivación de descubrir el idioma castellano en otros prámetros, dió resultados increíbles. Mi sorpresa se transformó en satisfacción. De ver el entusiamo, de ver como se lanzaban a algo nuevo, como dejaban barreras de lado y siemplemente probaban. Sin darse cuenta, experimentaron el idioma desde otra perspectiva y lo mejor fue que comprobaron, que pueden, y por cierto nada mal!

martes, 4 de mayo de 2010

Inesperado.


Hay veces que circunstancias inesperadas te hacen caer y caer hasta tocar fondo. En momentos así todo se relativiza. Porque lo que verdaderamente importa, lo ves con una nitidez apabullante y provocadora. Lo inesperado derrumba las estructuras que hasta ahora sostenían más de lo aconsejable.
Cuando estas allí abajo en el hueco oscuro de los sentires desconocidos, se descubre que lo que más duele no es la caída, mucho más lo es, enfrentarte ante realidades concretas que son distintas a tus sueños.
Ni hablar cuando reconocemos que determinadas personas son parte del elixir de nuestra vida, y se alejan. ¿Será que para quedarse hay que irse?
Pues yo, por el momento me quedo en este rincón, hasta que decida mi dirección. Tal vez sea hora de cambiar el rumbo.