domingo, 2 de febrero de 2014

Adrenalina...


Una tarde maravillosa. Mucho más la amiga con la que la viví. Conversaciones autenticas, sinceras, directas.
Muchas risas. En un mundo que habla en otro idioma. Bueno no siempre...al llegar a la caja a pagar lo comprado, comprobamos que el personaje masculino, había comprendido todos nuestros piropos, con nuestra edad fue un momento de adrenalina....jajajajaja, no estuvo mal!
Nuestra tarde continuo en armonía compartiendo proyectos, pensamientos, preocupaciones y algunos sueños.
Momentos de esta índole, no se pueden comprar, son un regalo, son una suerte.
¡Gracias, querida!