martes, 29 de noviembre de 2011

¡¿En la mitad?!

Antes tenía la sensación que no me alcanzaba el tiempo para hacer todo lo que quería. Pero desde la perspectiva que igual tengo mañana. Ahora, el tiempo me sigue faltando, pero de una perspectiva completamente diferente, no puedo esperar a mañana. La posibilidad de haber vivido la mitad de mi vida son demasiado grandes.

Hay sueños pendientes por vivir, y me da pánico, quedarme sin alcanzarlos.
Sé que el tener claro lo ya disfrutado, y de lo que está pendiente, es porque las preocupaciones, son "triviales", lo que me da tiempo a deambular por estas calles de incertidumbre pura.
Pero justamente, me pregunto muchas veces, ¿esto es todo? ¿ya está? ¡No puede ser que haya llegado al punto de tomar las agujas de tejer para sentarme en un rincón y comenzar a recordar las décadas pasadas!!! Otro de mis pánicos. Si, está todo terminado, pues yo cerraré los ojos para evitar lo ¿evidente?, haré caso omiso y buscaré sin pausa, una puerta alternativa. Sí, mis queridos lectores, esto de tener tantos años me ha metido en una crisis existencial de novela!
Hay momentos que siento estar en ese punto que llegaban los demás, eso que a mí nunca me iba a tocar. Pues yo no me salvé.
Retazos de mi infancia vuelven de las profundidades más increíbles a la superficie más latente. Lo cual me significa un par de días, de giros en el carrusel de emociones ya ...viejas?! Pues parece ser que, las emociones no se gastan.
Sé que no puedo escaparme de lo cotidiano. Tampoco es el fin. Sí, es potenciarlo.
Si estoy en la mitad de mi vida, llegó la hora entonces, de vivir desvergonzadamente.