miércoles, 23 de septiembre de 2009

Luego...


...de la euforia...de la perfecta ilusión de que todo va por buen camino. Luego de confiar de que todo saldrá bien, de que lo mejor está por venir. La salada realidad nos despierta de los dulces sueños.
Hay momentos que me pregunto si hay realmente diferencias entre el Feudalismo de la edad media y la realidad social actual. Soy defensora absoluta de las realidades etéreas. De las que nos permiten levitar de lo mundano. Para acceder a algo superior. Los que de verdad me conocen, lo saben.
Por cierto que eso no me transforma en una inconsciente de las realidades más palpables. El trabajo ideal de tener el privilegio de hacer los que nos gusta, es muchas veces un tópico. No voy a desarrollar ese tema, que puede transformarse en un laberinto. Otra certeza es que el dinero para muchos es status, acceso material. Mucho más elocuente es que simplemente nos brinda libertad.
Lo irresistiblemente insoportable es estar inmersos en un sistema en que regalamos libertades a otros. Trabajar y que la mejor parte no la veamos, es frustrante.
No es nuevo, es lo mismo de siempre, ha sido siempre igual en definitiva, solo ha cambiado de nombre.
Y en estos días muy de cerca me ha tocado.