Bocina.

La vida está llena de señales. Si bien gran parte del camino vamos con los ojos cerrados. Es imposible no caerse en algún que otro pozo. Lo más incoherente es argumentar sin criterio el porqué de nuestra caída.
Abrir los ojos es decisión nuestra.  Es evidente que cuando los abrimos estamos en un agujero. No notamos la diferencia. Todo es negro. Lo que salva entonces es escuchar. Cuando alguien que mucho quieres te dice, tú sola llegaste allí, tú sola tienes y puedes salir, es un escalón hacia arriba.
Cuando además hay voces amigas que te animan a volver, regresas.
Y bueno...cuando una bocina te sacude y te saca del ridículo sub mundo te anima a caminar con todos los sentidos abiertos!!! Los pozos desaparecen porque cuando se siente tanto, se vuela.

Cuento.

Hoy me contaron un cuento de Bucay. Comparto el final...

"Pudiendo hacerlo, ¿no pudo evitarme una sola noche de dolor? ¿no me pudo eliminar horas de pena? Alguien que no es capaz de quitarme sufrimiento, no merece mi amor, verdad?"

Me hace pensar en todas esas personas que viven esperando señales, que apuestan a que todo va a ser mejor, que siempre dan una nueva chance al otro...y que olvidan una y otra vez de ponerse por una jodida vez en primer plano. Soportan silencios, escuchan sin ser escuchados, sueñan tanto, que ya son sueños sobre sueños.
¡Conozco a tanta gente así! ¿Cómo hacen para no quedar en escombros?

La respuesta la sé. Bucay seguro que también. ¿Y vosotros?