martes, 1 de marzo de 2011

Nueve.

Hay calendarios internos que funcionan a la perfección. Está bien que así sea. Pero creo que es hora de dejar ir. Y esto, no significa olvidar. Creo que es humano vivir lo que nos toca sin culpa. No podemos remediar como tampoco responder porqué nosotros somos los que estamos y algunos ya se fueron. Comienzo a entender que los que se fueron han sido los elegidos. Quedarse no es un premio. Mirar no significa siempre ver. La claridad que nos permite la visibilidad auténtica, nos las da muchas veces el dolor. Cuando el pecho se te estruja porque el dolor te aprieta solemos ver mejor. Después de nueve años intentando retener, comprendo que dejar ir es la única manera de no perder lo que tanto atesoramos.