"...porque en realidad, nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte." Joaquín Torres García. Universalismo Constructivo, Bs. As. : Poseidón, 1941
viernes, 27 de junio de 2008
Astaire and Rogers
miércoles, 11 de junio de 2008
Década
Increíble, hasta no hace mucho me parecía que medir el tiempo por décadas era cosa de viejos. Ahora soy yo la que también utiliza esta medida de tiempo. Como también puedo medir con algunos indomables hilos de plata que han aparecido. Por alguna dolencia, por suerte solo espóradica. Por las marcas en la piel. Por la mirada más intensa. Por el corazón más abierto, por el alma más sabia en emociones, solo un poco -porque con esto no se termina nunca-. Por las infintas cicatrices, que en definitiva a todas las quiero porque hacen lo que hoy soy.
Todavía no digo “todo pasado fue mejor” pero tampoco repito como a los veinte decía “lo mejor está por venir”. Sigo teniendo ilusión, esperanza y sigo soñando. Pero creo sobre todas las cosas en el Ahora. Es lo que tengo. Hoy después de una década en donde millones de cosas han sucedido... saben que? No hay que esperar tanto para que las cosas pasen. A veces, pocas horas bastan para que sea una década entera. Hay un tipo de felicidad que se instala para siempre en nosotros y hay dolores que nunca se van, entonces... que esperamos?
A vivir, a gozar, a disfrutar, a bailar, a sentir, que el resto viene siempre solo. Pero el sentir depende de nosotros.
sábado, 7 de junio de 2008
Todo nace en un sueño.
¿Y si,
en sueños, soñaras?
¿Y si,
en el sueño,
fueras al cielo
y allí cogieras
una extraña
y hermosa flor?
¿Y si,
al despertar,
tuvieras esa flor
en la mano?
Samuel Taylor Coleridge (*)
domingo, 1 de junio de 2008
Café del tiempo.
Antes hubiera escrito, la vida me regaló una oportunidad. Hoy digo, me permití vivirla.
Sí, lo hice. No solo me fui de viaje, comencé a descubir el centro de mi universo. Estoy orgullosa de mi, de tener el valor de atravesar algunas fronteras. De sentir la brisa de la libertad en mi rostro. De dejar que las emociones sean trampolines que me proyectan, me impulsan, solo hacia adelante.
Descubrí en este viaje nuevos sabores, uno de ellos fue el Café del tiempo. Combianción tan singular...de esas que no se le ocurren a uno fácilmente. Me encantó. Por su originalidad, por su intensidad en mi paladar, por su ceremonia y su nombre tan sugerente.
Podría relatar mil y una historia de este viaje tan corto en tiempo y tan eterno en sus vivencias...lo haré, despacio para no dejar nunca de disfrutarlo.