viernes, 27 de junio de 2008

Astaire and Rogers

Algo me hizo recordar tardes de mi infancia. Hoy la tecnología permite "casi" todo. Busqué ese recuerdo, al instante lo encontré. Apabullante todo lo que es posible en estos tiempos.

miércoles, 11 de junio de 2008

Década

Increíble, hasta no hace mucho me parecía que medir el tiempo por décadas era cosa de viejos. Ahora soy yo la que también utiliza esta medida de tiempo. Como también puedo medir con algunos indomables hilos de plata que han aparecido. Por alguna dolencia, por suerte solo espóradica. Por las marcas en la piel. Por la mirada más intensa. Por el corazón más abierto, por el alma más sabia en emociones, solo un poco -porque con esto no se termina nunca-. Por las infintas cicatrices, que en definitiva a todas las quiero porque hacen lo que hoy soy.

Todavía no digo “todo pasado fue mejor” pero tampoco repito como a los veinte decía “lo mejor está por venir”. Sigo teniendo ilusión, esperanza y sigo soñando. Pero creo sobre todas las cosas en el Ahora. Es lo que tengo. Hoy después de una década en donde millones de cosas han sucedido... saben que? No hay que esperar tanto para que las cosas pasen. A veces, pocas horas bastan para que sea una década entera. Hay un tipo de felicidad que se instala para siempre en nosotros y hay dolores que nunca se van, entonces... que esperamos?

A vivir, a gozar, a disfrutar, a bailar, a sentir, que el resto viene siempre solo. Pero el sentir depende de nosotros.

sábado, 7 de junio de 2008

Todo nace en un sueño.

¿Y si durmieras?
¿Y si,
en sueños, soñaras?
¿Y si,
en el sueño,
fueras al cielo
y allí cogieras
una extraña
y hermosa flor?
¿Y si,
al despertar,
tuvieras esa flor
en la mano?

Samuel Taylor Coleridge (*)

(*) Poeta, crítico y filósofo inglés, quién fue, junto a su amigo William Wordsworth, uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra.

domingo, 1 de junio de 2008

Café del tiempo.

Antes hubiera escrito, la vida me regaló una oportunidad. Hoy digo, me permití vivirla.

Sí, lo hice. No solo me fui de viaje, comencé a descubir el centro de mi universo. Estoy orgullosa de mi, de tener el valor de atravesar algunas fronteras. De sentir la brisa de la libertad en mi rostro. De dejar que las emociones sean trampolines que me proyectan, me impulsan, solo hacia adelante.

Descubrí en este viaje nuevos sabores, uno de ellos fue el Café del tiempo. Combianción tan singular...de esas que no se le ocurren a uno fácilmente. Me encantó. Por su originalidad, por su intensidad en mi paladar, por su ceremonia y su nombre tan sugerente.

Podría relatar mil y una historia de este viaje tan corto en tiempo y tan eterno en sus vivencias...lo haré, despacio para no dejar nunca de disfrutarlo.