domingo, 18 de enero de 2009

Combatir.

Es ya sabido la gran colección de apuntes, papeles y anotaciones que me rodea. Esta vez encontré un texto que casi en el olvido estaba. Pero su contenido, hoy más que nunca lo entiendo, lo vivo y lo siento.

"En aquella indecible angustia de mi alma, resplandeció una idea como una claridad en la noche; precisamente esta: se resigna quien "puede" resignarse; pero si podemos "creer", creemos... en el arte de amar lo que uno hace es un combate, y en esto es necesario jugarse hasta la piel."
Vincent Van Gogh (1876)

Todos aquellos que combaten hasta sus últimas consecuencias, entienden con exactitud, la profundidad de este texto.

martes, 13 de enero de 2009

Une femme dans les jardins des tuilieries à Paris



En una tarde de frío en los jardines de Tuilieries mis ojos hicieron un gran descubrimiento. Una mujer con todas sus curvas. Me maravilla siempre pensar en las manos del artista creando. Seguramente el cuerpo de esta mujer está lejos del ideal para muchos. Si bien es de bronce, me parece más real que muchos cuerpos que caminan. De todos modos no es el punto. La fuerza que transmite, su seguridad, su identidad como mujer, es el centro.
Para mi, ha sido un placer encontrarme con este arte que no salí a buscar, pero que supo darme mucho de lo que su artista allí dejó.



Gaston Lachaise (1882-1935)
Standing Woman, 1932.

viernes, 9 de enero de 2009

La Reina...


No sé si a todos les pasa. Mi amiga tiene la virtud de poder entrar en mundos paralelos con una rapidez indescriptible. La última vez, me comentaba, fue buscando entre sus libros. En uno de ellos, como marcador estaba una pequeña tarjeta de un restaurante, La Reina del Raval. Me relataba, que el haber encontrado ese simple detalle, la permitió volver a ese lugar, a esos aromas, a ese día, a esos sabores. Su capacidad de recordar con exactitud, de volver a vivir ciertos momentos, es poco común. A esto, ella me explicó, que una canción de su juventud le da la respuesta. Tan simple como válida es dicha respuesta. Su argumento es el siguiente: hay momentos que son para siempre y duran solo un instante. La miré. Hubo un silencio. Tiene razón dije para mis adentros. Uffff!! que esta mujer está despierta, muy despierta! Le pedí que me contara más. Que me enseñara ese juego maravilloso de dejarse ir, de permitirse volver a estar en algunos lugares con determinadas personas. Extremadamente elocuente fue la intensidad de su mirada, al mismo tiempo que me decía:" Sigue a tu corazón, él te llevará."
www.lareinadelraval.com

domingo, 4 de enero de 2009

Paul Auster.


En realidad, mi intención fue dejar a este autor para el final del año, como la cereza de la torta. Como ven, la cereza quedó para comenzar el nuevo año. Es un buen comienzo, por lo tanto promete. No siempre, hay que dejar lo mejor para el final. Lo apliqué durante mucho tiempo. Ahora, opto por comenzar con lo que más me gusta. Hasta puedo darle un toque simbólico, a esta casualidad.
Hechos concretos, me alejaron de la posibilidad de pasar por aquí. Tan concretos como ser, reencuentros, festejos, preparativos, todo acompañado de mucha alegría y eso sí mucho pero mucho Champagne.
Centrándome a lo que vine, compartir mis "vivencias" con Paul Auster. Pues él es distinto a todo. Es peculiar, singular, agudo, comprometido. Me gusta lo que dice, pero mucho más como lo dice.
Su estilo es aparentemente sencillo, gracias a su trabajo y conocimiento de la poesía, pero esconde una compleja arquitectura narrativa, compuesta de disgresiones, de metaficción, de historias en la historia y de espejismos. Su extremo análisis es increíble. Desmenuza los hechos en profundidad. Me quedo con la sensación de que comienza a escribir sus libros por el final, por la elegancia de cerrar los círculos, sin dejar elementos a la deriva.
En Leviatán, tanto como La noche del oráculo, por momentos me resultaba "agotador" pero nunca aburrido. Justamente eso, es lo que más me gustaba, el desafío constante.
Puedo solo confirmar lo que que en el preámbulo de uno de sus libros leí: Todos los estados reales son corruptos"_Ralph Waldo Emerson _