lunes, 27 de septiembre de 2010

Déficit?.

Nos concentramos constantemente en lo que nos falta. Leí hace unos días un artículo que no logro quitarme de encima.
Nuestros superávits y nuestros déficits están conectados. No tener suficientemente cantidad de algo, se debe que tienes demasiada cantidad de otra cosa. El tema se desarrollaba extensamente para terminar diciendo que lo que nos falta se debe muchas veces a nuestros miedos. Las distintas gamas que elegimos para protegernos es más extensa aún.
Tenemos miedo a expresar, a contar, a transmitir. Tenemos una capacidad de almacenaje desorbitante. Nos formamos con ello una capa impermeable, para protegernos, defendernos de la adversidad de los tiempos que vivimos. Con la buena razón de guardar para los tiempos que nos pueda faltar algo, inclusive ese algo puede ser cariño.
Es todo muy válido. A excepción de un detalle. ¿Dejamos de ver la abundancia que ya tenemos?
Focalizamos solo en una dirección.
Si bien es una tendencia natural, la de compensar. Una reacción humana. El tema estaría en no focalizar eternamente en lo que nos falta, intentar equilibar, nivelar la balanza. Sin lo que ya tenemos, no estamos prontos a lo nuevo. Es más, es lo único que nos puede expandir hacia lo que buscamos. Lo que nos lanza a no renunciar a ese plus tan apreciado.