miércoles, 25 de febrero de 2009

Carnaval.


Soy gran observadora. El carnaval es un deleite para esa cualidad. Me vuelvo a asombrar cada año de la transformación que se produce en todos los que deciden festejar. Es una manera de liberar increíble. Tal vez en estas latitudes es especialmente así. No hablo del Carnaval de Río, el cual de pequeña llegué a detestar y hoy pienso que algún día hay que estar en vivo allí. Hablo del otro carnaval, el que se festeja a veces hasta con nieve. Justamente pese a la temperatura, el color, la euforia, la alegría se yuxtapone. Las máscaras dejan libre lo que está escondido. Es hasta irónico pero es así. No se habla de "la crisis" y de nada que se le parezca. Todo lo que es conflicto se diluye.
Son días que muchos eligen vivirlos con intensidad. Una pausa para la rutina, una posibilidad para lo diferente.

jueves, 19 de febrero de 2009

Nessun dorma!

Cuando no se pude expresar las revoluciones internas, siempre se encuentran válvulas de escape, que se transforman en puertas hacia lugares infinitos. Turandot, de Giacomo Puccini, sigue siendo un placer de los dioses. El origen de la historia de Turandot se remonta a un poema de Nezami, uno de los grandes poetas épicos de la literatura persa, llamado Las siete bellezas o Las siete princesas.

Il principe ignoto
Nessun dorma! Nessun dorma!
Tu pure, o Principessa,
Nella tua fredda stanza
Guardi le stelle
Che tremano d'amore e di speranza.
Ma il mio mistero è chiuso in me,
Il nome mio nessun saprà!, no, no
Sulla tua bocca lo dirò!...
(Puccini: Quando la luce splenderà!)
Quando la luce splenderà,
(Puccini:No, no, Sulla tua bocca lo dirò)
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
Che ti fa mia!...
Voci di donne
Il nome suo nessun saprà...
E noi dovremo, ahimè, morir, morir!...
Il principe ignoto
Dilegua, o notte!... Tramontate, stelle! Tramontate, stelle!...
All'alba vincerò!
vincerò! vincerò!
El príncipe desconocido
¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
¡También tú, oh Princesa,
en tu fría habitación
miras las estrellas
que tiemblan de amor y de esperanza...!
¡Pero mi misterio está encerrado en mí,
¡Mi nombre nadie lo sabrá!. No, no
Sobre tu boca lo diré
(Puccini: Sólo cuando la luz brille)
Sólo cuando la luz brille
(Puccini: ¡solo sobre tu boca lo dire!)
¡Y mi beso fulminará el silencio
que te hace mía.!
Voces de mujeres
Su nombre nadie sabrá...
¡Y nosotras, ay, deberemos, morir, morir!
El príncipe desconocido
¡Disípate, oh noche! ¡Tramontad, estrellas! ¡Tramontad, estrellas!
¡Al alba venceré!
¡venceré! ¡venceré!

miércoles, 11 de febrero de 2009

Ellos.

Para incluir esculturas también en la versión masculina, pero sobre todo para ser justa, y darle un lugar a "ellos" aquí, ya que a "ellas" les dí pocas semanas antes su lugar. Para mostrarlos a ellos también, demasiado poco se exhiben. Nosotras somos continuamente expuestas.
Para dejarse deslumbrar por el escultor y dibujante francés, Edmé Bouchardon (1698-1762), considerado el mejor escultor de su generación, destacándose por la gracia y el esmerado acabado en la superficie de mármol.
Sería de no extrañarse que el efecto Pigmalión se produjera en esta ocasión, una vez más. Y si esta escultura despertara de su profundo sueño y hablara, caminara, sintiera....sería solo para amarla.

Foto:
Fauno dormido, París, Musée du Louvre, Departamento de Esculturas.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Sehnsucht.

Hay momentos precisos, episodios de nuestra vida que es difícil de poderlos catalogar. Muchos son los que me han preguntado en estos días:"¿Cómo estás?" Tan simple la pregunta. Tan compleja de responder. Pues contesto: Ante todas las cosas estoy agradecida por lo vivido. Por tener ambas partes el coraje del encuentro, sabiendo que es, por determinado período de tiempo. Sabiendo que la despedida siempre está al final del camino y nunca nos da tregua. Tregua tampoco nos permitimos en vivencias. Confirmo que todo aquello que de antemano se sabe no es para siempre, es más intenso y profundo. Con tanta conciencia se vive lo poco que se tiene, que se transforma en eterno. ¿Quién se atreve a quitarnos los recuerdos de lo compartido? Ahora eso sí, el intentar asumir mis despedidas, no me salva de quedar sin defensas, al ver a mis pichones descubriendo esta dimensión de la vida. No puedo aliviarlos, deben ellos también, crecer en este aspecto. Reconocer que lo que uno ama, lo lleva consigo a todas partes. El no ver o no escuchar, no influye en el sentir. Si bien daríamos todo por un abrazo.
Busqué una palabra que definiera todo esto. No la encontré en español. En francés tampoco. En portugués la que más se acerca es, Saudade. La sorpresa fue encontrarla en alemán, Sehnsucht. Al traducirla debo utilizar cuatro palabras en español, una no nos alcanza! Estas cuatro palabras encierran mi sentir en este momento: Anhelo, Añoranza, Ansia, Nostalgia. Todo está allí, lo que pasó, añoranza, nostalgia y lo que está por venir, anhelo, ansia. Se conjuga perfectamente la dimensión del tiempo. La interrelación de que lo uno necesita de lo otro. Sin nostalgia no hay anhelo, sin añoranza no hay ansia.
Así es esta historia, hay que animarse, no queda otra.