lunes, 11 de mayo de 2009

Suecia.

Si, en Suecia transcurre el relato de este libro, La vida con Jan. Sueca es su escritora también, Marianne Fredriksson. Esta vez se basa el relato en la relación de un científico, acostumbrado a la comprobación de todas las cosas, como medio de vida y una enfermera, siendo su intuición uno de sus mayores dones.
El libro trata de resolver esa ecuación. Los hechos concretos y tangibles versus lo espiritual e intangible. Parece imposible por momentos la convivencia de dos seres tan opuestos. Solo un elemento les permite continuar, proyectarse. Lo que sienten el uno por el otro. La pasión que comparten bajo la ducha, colabora a que se sientan a "salvo". Pero aparecen otros elementos que son ineludibles.
El libro es peculiar. Te lleva en un sinuoso camino, de psicoanálisis. No es posible evitar pensar en tu propia infancia. El hilo conductor se mantiene con cierta armonía hasta que se rompe de manera radical y cáustica dos páginas antes de terminar el libro. Sí, se rompe. No hay ninguna otra palabra mejor. No deja lugar a la esperanza, ni a nada que se le parezca.

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