miércoles, 24 de septiembre de 2008

Emergencia


Volví. Sentí la emergencia de regresar. Encontré muchas valiosas respuestas. Quedan, como siempre muchas sin contestar. De todas formas en esta aventura recuperé información importante.
Suficiente para reordenar, para intentar volver a centrar todo en un eje y no en en la variedad de centros que había logrado. No elimino nada, ya es muy tarde para ello, tampoco es el fin, solo que la ubicación es otra. Los puntos que aún flotan a la deriva, tal vez desde mi personal y único eje, consigo eliminar la incertidumbre, que suele ser en mi, aniquilante.
Una buena alma me dijo: "No debes sentirte culpable por sentir, es maravilloso que así sea. Eres además ya grande, tu sabes donde están los límites. Confío en tu corazón."
Pues, así es, el abanico continua abriéndose. Nada se detiene, todo fluye. Cuando uno explora, los colores se intensifican.

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