domingo, 1 de junio de 2008

Café del tiempo.

Antes hubiera escrito, la vida me regaló una oportunidad. Hoy digo, me permití vivirla.

Sí, lo hice. No solo me fui de viaje, comencé a descubir el centro de mi universo. Estoy orgullosa de mi, de tener el valor de atravesar algunas fronteras. De sentir la brisa de la libertad en mi rostro. De dejar que las emociones sean trampolines que me proyectan, me impulsan, solo hacia adelante.

Descubrí en este viaje nuevos sabores, uno de ellos fue el Café del tiempo. Combianción tan singular...de esas que no se le ocurren a uno fácilmente. Me encantó. Por su originalidad, por su intensidad en mi paladar, por su ceremonia y su nombre tan sugerente.

Podría relatar mil y una historia de este viaje tan corto en tiempo y tan eterno en sus vivencias...lo haré, despacio para no dejar nunca de disfrutarlo.

No hay comentarios: