No es novedad lo sé. Simplemente esta vez nos tocó demasiado de cerca vivir la injusticia.
Peor que en carne propia, a través de un hijo!
La indignación es grande. Es terrible no poder hacer nada. Confrontarte con una estructura de derechos que cuando los necesitas no te sirven para nada...hablando en criollo te revuelve las tripas!
Te quedas perplejo, observando como abusan de sus privilegios en ese juego de poder que da asco.
Eso sí, hice honor al rubro que se me ha adjudicado hace tiempo de "latina temperamental", no puedo quedarme callada, por lo menos, que salga a la luz, y como se lo dije a la persona que cometió el error, "es usted la que tiene que cargar en su conciencia con la culpa de que SU error lo paga otro."
Después nos alarmamos de que la gente hace justicia por su propia mano....pero si el sistema es un adorno que no sirve!!!
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