lunes, 23 de abril de 2012

Bocina.


La vida está llena de señales. Si bien gran parte del camino vamos con los ojos cerrados. Es imposible no caerse en algún que otro pozo. Lo más incoherente es argumentar sin criterio el porqué de nuestra caída.
Abrir los ojos es decisión nuestra.  Es evidente que cuando los abrimos estamos en un agujero. No notamos la diferencia. Todo es negro. Lo que salva entonces es escuchar. Cuando alguien que mucho quieres te dice, tú sola llegaste allí, tú sola tienes y puedes salir, es un escalón hacia arriba.
Cuando además hay voces amigas que te animan a volver, regresas.
Y bueno...cuando una bocina te sacude y te saca del ridículo sub mundo te anima a caminar con todos los sentidos abiertos!!! Los pozos desaparecen porque cuando se siente tanto, se vuela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida amiga, lo bueno es que mi bocina siempre está sonando para que tú la escuches y siempre disponible para sacudirte, lo malo es que lamento decirte que los pozos no desparecen, seguirán estando por más que vueles alto.

Magdalena - © by Magdalena dijo...

Sabes que me encanta escucharte.
Tengo claro que los pozos no dejan de existir. Como también sé, que no se puede vivir volando. Son los mismos pozos los que te enseñan a volar muchas veces. Si bien la tendencia es creer que son opuestos yo pienso que se complementan. Necesitamos de ambos.