jueves, 27 de enero de 2011

¿Cordura?

Hay veces que de la persona menos pensada se recibe el mensaje más cristalino. En mi caso fue una manifestación de esta manera:

¿Estás mirando por el borde de un precipicio? ¿Estás contemplando fijamente el abismo? ¿Estás colgando por la punta de los dedos de un risco que se desmorona? ¿Estás al límite de tu aguante? ¿Al borde de tu cordura? ¿En la última avanzada de tu paciencia?
Esto sólo puede significar una cosa. Está a punto de ocurrir un cambio muy necesario.

Y no es otro que el de asumir que no puedo controlar lo incontrolable y que hay mareas que son inevitables. Pero ante todo que solatarse al vacío, puede transformase en la mayor de las certezas. Está el riesgo al dolor de la caída pero la posibilidad de volar.
Los que viven apasionadamente saben que no hay pasión sin dolor.

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